sábado, 16 de julio de 2011

Mi corazón es tu cabaña.

Antes de nada, perdón por abandonar tanto el blog y dejar que salgan telarañas, pero al fin me decidí a quitárselas, y bueno, es hora de continuar no?..

Después de tanto tiempo supongo que habrá muchas cosas que contar, pero cómo contarlo cuando no existen las palabras adecuadas? Cómo les explico con una insulsa combinación de símbolos lo que a mi corazón le acontece? Bueno.. no pierdo nada por intentarlo, pero recuerden: Escriba lo que escriba, mis sentimientos siempre serán mayores.

Cuál es la razón de ese afán loco por buscar el sentido a la vida? Qué soy en realidad?.. Deja de pensar por un instante, siéntate, contempla tu alrededor y deja que el sentido de la vida te encuentre a ti.
Pero qué es verdaderamente el sentido de la vida? Trabajo? Diversión? Seguro que sí, cada uno haya su felicidad en una ocupación distinta.
Mi sentido de la vida es algo muy distinto a eso, tiene nombre y apellidos ya que yo no vivo para divertirme, o para trabajar, vivo para hacer feliz a alguien.

Todo esto se debe a que conocí a una persona, especial, claro que sí ! la más especial que existe. Pero qué hubiese pasado si no me hubiese parado a esperar ese momento en el que me dí cuenta de cuánto me hace sentir? quizás si hubiese buscado, hubiese encontrado a la persona equivocada.
Por suerte siempre he sabido sentarme, y a paciencia nadie me gana. Al final ella se acercó a mí y me dijo: Hola, soy lo que tanto tiempo llevas esperando, ¿quieres hacerme feliz?.
Y ahí estaba, con su cabello rizado, su sonrisa encantadora y su infinita manera de hacerme reír.
Cómo negarme si Cupido me tendió una emboscada con todo su ejercito?


Bueno, después de todo esto empieza mi historia, como ya se imaginarán, es una historia de dos.

Siempre he querido comenzar así: Erase una vez dos niños que caminaban por el bosque, inocentes, se dieron cuenta de que ambos debían coger el mismo camino y decidieron ir juntos, pasó mucho tiempo y no conseguían salir del bosque, el primer día de invierno les alcanzó una lluvia tormentosa, y la joven tenía frío y miedo, pero el muchacho hizo una cabaña, no muy perfecta ya que tenía goteras, y le pidió por favor que entrase, ella accedió y, a pesar de las goteras, su miedo cesó, de repente dejó de importarle mojarse, y el frío ya no era una preocupación. Mientras tanto el chico abrazaba a la chica, para conseguir al menos que dejase de tiritar, pero mientras la acariciaba se dio cuenta de algo, cruzarse con ella lo ayudó a no estar sólo, dejó de pensar que los lobos existen, y sin quererlo llegó a la conclusión de que ahora su miedo era que cesase la lluvia, por si ella quería que dejase de abrazarla. Al cesar la lluvia ella siguió con una tiritera que, a leguas se notaba fingida, entonces el chico sonrió y la besó. Desde entonces dejaron de caminar y viven en esa pequeña cabaña, abrazándose en cada tormenta, y demostrando su amor incondicional a cada segundo.



Tengo una cabaña en mi pecho, por favor no salgas nunca, fuera hace frío y llueve <3
Entrada dedicada a la persona que me hace feliz, esa niña que me alegra desde por la mañana, y la que me arropa al anochecer. Te amo hoy, y te amaré mañana, siempre. Rita Sanabria, a tu lado encontré la razón por la que existo.